domingo, 11 de octubre de 2020




Mientras llueva

Me quedé parada un instante en el umbral de la puerta, había caminado con la lluvia golpeando mi espalda sin misericordia, imaginando mis mejillas sonrosadas por el frío, con los ojos cerrados y el agua deslizándose por mis pestañas, dibujando negros ríos de maquillaje, como el lodo que me escurrió en aquella ocasión. Tal vez esa sea la razón que cada vez que llueve me surge esta sensación estimulante.

Me quedé allí inmóvil, viendo como peleabas por tu vida. Cuando pasó el pasmo me hice de tu pistola que había quedado en el piso fuera de tu alcance y disparé al hombre que estaba sobre ti. Te asfixiabas por la presión de sus manos y no lo podía permitir. Me acuclillé para empujar el cuerpo inerte de tu contrincante y vi que estabas mortalmente herido. Hice presión en la herida abierta para detener la hemorragia, pero la sangre ya se mezclaba con el charco de agua que mis ropas habían formado en el suelo.

Levantas la mano para asir nada y me miras pidiendo piedad y te regalo mi sonrisa abriendo a penas la boca, con el labio inferior laxo como en éxtasis que tanto te excitaba y tus ojos se inundan de sorpresa. No debiera ser así, hoy te iba a matar, de diferente manera, y te maldigo porque sabes cómo me pone que arruinen mis planes.

Hoy se me ocurrió matarte, fue al caminar bajo lluvia y ¿sabes por qué? durante los últimos años viví contigo con el propósito de hacer tu vida miserable y quitarte la vida.  

Aunque lo insinuaba nunca adivinaste que soy Isabella, la niña que conociste cuando tenía once años, la que corría a la par tuya. La que subía lo árboles con la misma rapidez, con la misma mirada concentrada y terca. Tú no aminorabas tu paso en consideración de que yo era niña. Y nunca te pedí que lo hicieras.

Si tú comías naranjas con sal, yo comía membrillos. Si tú habías cazado un saltamontes yo atrapaba una araña de rincón. Si tú matabas aves yo les sacaba los ojos a los gatos de los vecinos, siempre siendo más audaz. Éramos lo mejores amigos, nos perdíamos en el húmedo bosquecito embrutecidos por el salvaje olor de la hojarasca mojada que se pudría en el suelo.

Por eso fue tan extraño que cuando cumplí trece años empezaras a insistir en que yo fuera la princesa en nuestros juegos, me arrebatabas la cinta que mantenía mi trenza furiosa domada porque según tú las mujeres usan el pelo suelto. Tu declaración me dolió como una cachetada. Era la primera vez que me decías mujer, que me decías que yo debía hacer o dejar de hacer algo por ser mujer.

Después de eso todo fue así, luchando conmigo para hacerme ver que era una niña y las niñas no hacían ciertas cosas. Las niñas le tenían miedo a las serpientes y a las arañas, las niñas no se liaban a puñetazos, ni maldecían.

Y yo rebelde, seguía haciendo las cosas al revés de lo que tú querías, haciendo alocadas acciones para que no volvieras a llamarme “mujer”, y sabes qué: empecé a sentir un placer indescriptible al hacerlo.

Un día de lluvia me vestí con una falda azul y llevaba el pelo suelto, como pensé que te gustaría. El agua pegaba la blusa a mi cuerpo y me miraste diferente, subimos la colina y tú te retrasaste, volteé hacia atrás y descubrí que mirabas mis piernas y tal vez mi ropa interior, el descuido me costó una caída que sirvió para que subieras corriendo para ayudarme a levantar. Te miré con odio, rechacé tu mano y bajé corriendo con el rostro batido de lodo, lluvia y llanto. Te sentía detrás de mí, gritando mi nombre. Entonces me alcanzaste y tomándome de la cintura me alzaste en brazos. Te grité todo tipo de palabrotas para que me soltaras, a cambió, tú me basaste, pusiste tu boca mojada sobre la mía llena de lágrimas y metiste tu lengua dentro de mi boca, entonces pateé tus genitales y aun así no me soltaste, por el contrario, seguiste besándome y no solo eso; violaste mi inocencia y mi esencia. Entonces me rendí y lloré; esa fue la última vez lo hice.

Al poco tiempo me fui del pueblo y descubrí que ser mujer hermosa me daba muchas ventajas. Tuve algunas parejas que abandoné y después descubrí que era más fácil y con mejores beneficios quitarles la vida.

Te confieso que la venganza fue el motor que me impulsó a buscarte y a urdir la forma de como asesinarte con saña para provocar el mayor dolor posible. Tú como detective eras propenso a desconfiar de todo, yo dejaba que dudaras de mí, de mis intenciones.

Con todo, logré que me amaras, que me temieras y también logré adueñarme de tu voluntad. Encontré el verdadero placer en llevarte al borde del suicidio y salvarte en el momento final. Esta vez no voy a salvarte. No intentes hablar que se llena tu boca de sangre. No pienses que te odio, éramos los mejores amigos, es más, deja besarte los labios para beber un poco de tu sangre para ser hermanos y tú bebe un poco de mi veneno para morir en paz, solo un poco, el resto lo voy a necesitar porque mientras llueva seguiré amarrada a mis designios.




24 comentarios:

  1. Buenos días por estos lares, Alfredo, ¿cómo estás?
    Me gusta que hayas enfrentado la voz femenina, la mayoría de nosotros, tus compañeros, hemos optado por la masculina.
    Lo interesante de la primera persona (como requiere el reto), es que resulta más directo y más fácil como lectores porque conocemos de primera mano sus pensamientos, sentimientos… aunque tratándose de una asesina, como es el caso de tu historia, la empatía es imposible.
    Tu protagonista, ha tenido toda una vida macerando el odio, desde los once años y estaba abocada, tal como la representas, al fracaso emocional, como mínimo. Lo llevaste hasta el máximo extremo de una mente perturbada.

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  2. Buena historia, Alfredo. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. La protagonista de tu relato lo tiene muy claro.
    Un saludo.

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  3. Un relato con tintes reivindicativos que has sabido enlazar muy bien con el impulso asesino de la protagonista. Buen relato, Alfredo. Mucha suerte.

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  4. Gracias, Alfredo, por participar con este relato en esta edición del concurso dedicada a Jim Thompson. Un abrazo y suerte!!

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  5. Sí, sí, la reivindicación y la venganza, pero no deja de conmover el sufrimiento que las sustenta. Muy bien relatado. Suerte. Un saludo

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  6. Muy buena historia. Encontraste el tono adecuado para hacer sentir que ella estaba allí, hablándonos. Me ha gustado mucho.
    Un abrazo

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  7. Tenebroso relato que tiene como protagonista absoluta la lluvia que se mezcla con rimel y sangre.
    La verdad es que la protagonista es una fémina que se resiste a serlo, aceptando todos los roles de crueldad que parecen caracterizar solo a los hombres.
    A partir de tu relato se podrá decir que la venganza se sirve fría y pasada por agua.
    Un abrazo.

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  8. De entrada me gusta la fluidez con la que has elaborado tu relato, sintetizando las ideas y distribuyendo bien la acción. También el desenlace encaja con el conflicto planteado previamente.
    Encuentro muy meritorio tu paciente trabajo descriptivo, así como el contenido o mensaje, claro y convincente, pues se trata de una venganza bien planificada que por fin encuentra el momento más idóneo para llevarla a cabo por la protagonista o víctima frente a su agresor, al que después de abusar de ella en su infancia, por fin logra tener el coraje de asesinarle sin escrúpulos. Pienso que el violador termina contagiando a su víctima de esa misma patología mental.
    ¡Enhorabuena!
    Un abrazo y mucha suerte.

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  9. Dicen que las historias más grandes, o algunas de ellas, están escritas con el transfondo de la venganza. Puede que esta, la venganza, mueva montañas, o por lo menos eso se percibe. Tu protagonista (me encantó que fuera mujer) da cuenta de ello, aunque solo cuando se da cuenta de sus virtudes. En este caso es otro tipo de venganza, una de la que se sabe victoriosa y que, por tanto, puede ser más macabra. No es necesario un plan tipo El conde de Montecristo, sino algo más mecánico pero del que el personaje disfruta en mayor medida, pues no está sujeto a un minucioso plan maligno que puede frustrarse con el consiguiente desastre mental que vendría luego, sino a un plan perpetrado para disfrutar de ello mientras se realiza. Has sabido plasmar muy bien ese estado interior del personaje, dotando de una fuerza inmensa el relato. La venganza se puede servir en frío o no, pero el mayor regocijo debe ser (pienso, no soy ningún psicópata vengativo, creo) el poder realizarla con la libertad necesaria para disfrutar de ella.
    Por otra parte, destaco la perfecta narración que va entretejiendo el relato, con una tensión continua "in crescendo" por todo el relato. Muy buen trabajo.
    Mucha suerte y un abrazo.

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  10. La maldad ya anidaba en el corazán de esa niña y solo necesitó de alguien o algo que la multiplicara. Supongo que la psicopatía no distingue de sexos, no lo sé, pero e caso es que tu protagonista la lleva en los genes.
    Muy buen relato.
    Un abrazo.

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  11. Hola Alfreso. Sin duda, tu relato confirma aquello de: "La venganza es un plato que se sirve frío".
    En verdad es un relato redondo, pues nos enseñas el origen del mal que guía las acciones de Isabella, en la forma de un ¿Amigo?, así cómo la forma en la que termina con su vida. Pero Isabella ya está marcada, y seguirá su carrera de asesinatos contra todo el que le diga que no puede hacer algo por ser mujer.
    Un saludo y mucha suerte en el concurso.

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  12. Hola, Alfredo. Lo primero que me ha llamado la atención ha sido el formato. Párrafos cortos y el primero sin un punto intermedio. Para mí es un mérito, yo jamás hago una parrafada así. Además cada uno de ellos cuenta una mini historia, un pequeño acontecimiento que develan los motivos de su venganza. Y el barro como elemento importante.
    Buen relato, bien escrito y muy interesante.

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  13. Una gran historia de odio mantenido en el tiempo y de rencor acumulado que tiene como único fin acabar con la vida del otro.
    Se percibe muy bien desde el principio esa sed de venganza.
    Un saludo Alfredo
    Puri

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  14. Hola Alfredo
    Algo que hiere y no se olvida deriva en una venganza preparada con detalle, pero está claro que este asunto se sale de lo normal, pero haberlos, haylos!!!
    Saludos y suerte
    Enhorabuena, saludos y suerte

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  15. Hola, Alfredo. Ese odio que derivó en la psicopatía de tu protagonista te ha ofrecido el guion perfecto para tu redondo relato, te felicito.
    Te envío un fuerte abrazo junto con el deseo de mucha suerte en "El Tintero".

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  16. Triste y aterradora historia a la vez. Buen relato. Suerte en el concurso. Saludos cordiales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela.

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  17. Muy interesante relato, precisa evolución de la protagonista (interior y exterior) de principio a fin lo que le da gran consistencia y atractivo al relato. Me ha gustado.

    Saludos y suerte en El Tintero.

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  18. Hola, Alfredo
    Me ha encantado. Está todo tan bien hilado y el relato tan bien construido que parece escrito por una autor consagrado ya en el género. Estaba perdida en cuanto a quién podría ser el asesino, por lo que hay que alabar la forma que nos sorprendes y no ser previsible, como sucede en algunos libros de suspense.
    Un saludo

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  19. Hola, Alfredo, me ha gustado mucho la idea del relato, cómo has urdido la trama, el ritmo narrativo y la tensión que se crea. La protagonista seguirá su carrera de venganza y sangre, ya no tiene vuelta atrás; pero el conocerla, el saber la causa que la llevó a ser la que es hoy, no te hace empatizar con ella, pero sí fluyen emociones como la pena. ¿Por qué las condiciones sociales se imponen para acortar el desarrollo en libertad de las personas?
    Es un relato que te empapa con esa lluvia pertinaz y fría que no puede borrar las lágrimas amargas.
    ¡Felicidades y suerte en el Tintero!

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  20. Otro elemento que, sin ningún reparo, hace lo que le viene en gana. Saludos y Suerte

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  21. Un placer, Alfredo-Umbrío,poder disfrutar de tus letras en este rincón. Nos presentas una historia de venganza urdida por una mente perturbada, probablemente a raíz de la violación sufrida. Una mujer que no quiere ser mujer, pero se sirve de ello para atrapar a sus víctimas. A pesar de consumar la venganza, seguirá asesinando igual que continuarán los perturbadores días de lluvia. Genial relato, Alfredo. Un abrazo y suerte en el Tintero

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  22. Hola, Alfredo un placer descubrir tu blog que para mí es "nuevecito".
    Hay amores que matan, efectivamente, como dicen. Aunque este amor tan fuera de serie ha creado un monstruo que matará mientras viva. Vaya! soberbia historia, desde el principio, con las atrocidades como sacarle los ojos a los gatos.
    No encontré un lugar para seguirte, pero aquí seguiré leyendo tus atrapantes historias.
    Un saludo.

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  23. Hola Alfredo, es una bonita historia de amor-odio. Se remonta a la tierna infancia y da cuenta de un abuso sufrido. La venganza parece la única salida posible para la psicópata que has creado, que quizás no sea una asesina en serie pero sabe cobrarse un agravio. Un relato muy bien llevado con una trama original que nos deja con ganas de más.
    Un abrazo compañero

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  24. Una historia de venganza muy bien narrada. Me gusta mucho el final porque está condenada a seguir siendo así. Mucha suerte en el concurso.

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