¿Y si no es como se ve?
Desde hace diez días me
azotan recuerdos ajenos, secuencias interminables de vivencias que no he
experimentado, algunas de ellas lúcidas y otras absurdas. Atribuyo la presencia
de esas imágenes a que mi cabeza trata de asimilar el hecho radical de recibir un
injerto, porque en términos prácticos los ojos son una extensión del cerebro
conectados a través del sistema nervioso. Cómo saber si es normal, soy el
primero en recibir un trasplante de ojos.
Con todo me estoy acostumbrando
a su presencia, pero anoche fui arrancado del sueño por unas lágrimas
insensatas, una nostalgia desbordada por mis antiguos ojos inservibles que
fueron removidos. La falta de ese sentido me permitió no solo desarrollar más
los otros, también figurar un mundo hermoso en congruencia con los sonidos,
texturas y aromas que percibo.
Hoy será el día en que
retiren las vendas y sabré si puedo ver. Las dos primeras etapas han sido un
éxito: mis nuevos ojos se mantienen vivos y los muevo a voluntad. Sin embargo,
me abruma el hecho de que el mundo no sea como lo imaginé o si fueran otros
ojos ¿vería diferente? 0 si todos son ciegos como yo y no ven las cosas en
tanto que son, y cada quien las prefigura de acuerdo a su contexto.
Aún más terrible…
constatar que estos ojos tengan una suerte de memoria visual y sigan acudiendo
a mi mente las imágenes de un rostro que no sé si es el mío o del antiguo propietario
de estos ojos.