El Inmortal de Jorge Luis Borges tal vez sea el cuento que más disfruto y sin duda es el que he leído en más ocasiones. Quise darle otro destino a Flaminio Rufo. Aunque los que conocen el cuento saben que el protagonista puede ser Homero.
El Inmortal
No importa que me juzguen
fantástico por lo que voy a contar, tal vez mi precaria memoria pueda
contaminar rasgos, pero no los hechos. Ya son muchos siglos en busca de las
aguas que curan la inmortalidad, en cada caudal de agua he repetido hasta el vértigo
el ritual de sumergirme para obtener lo irrecuperable, la mortalidad.
Una mañana cabalgué hasta
desmontar en las estribaciones de una montaña cubierta por neblina. Le di unas
palmaditas al caballo sudoroso antes de atarlo en unas raíces excretadas de la
tierra como nervios impíos sobre la hojarasca.
Respiré profundo y me
enfilé hacia un claro en cuyo fondo se ostentaba un ojo de agua que vibraba con
el aire. Me quité los atavíos y quedé desnudo y miré lo que antaño fue un
cuerpo poderoso y ahora esquelético y cubierto de pellejos lamentables.
Inhalé con fuerza y
se zambullí.
Ya dentro supe que
estaba condenado de repetirme hasta el vértigo. También entendí que la suciedad
física y espiritual que cargaba se desvanecía, pues mi piel y mi mente recuperaba
juventud, aunque ya nada fuera nuevo o azaroso.
Salí del agua para
emprender mi búsqueda, volví la vista atrás para observar que dejaba improntas
de mi aura en el agua a cambio de vitalidad renovada.
Movido por la costumbre
me había sumergido en aguas que curan a los hombres de la muerte y encontré algo
que ya poseía en mi interior y que lo demás asumía la ligereza del polvo que el
viento barrió.
¡Hola, Alfredo! Un ejemplo perfecto de lo que va el reto. Un personaje, en este caso de ese cuento de Borges, al que reinterpretas o le das una historia nueva. Además, con ello logras despertarnos la curiosidad por leer o releer esa cuento de Borges que está incluido en la antología de El Aleph y que nos muestra que la esencia mortal del ser humano casa mal con la inmortalidad. O somos humanos y mortales, o somos inmortales, pero no humanos. Un abrazo!
ResponderBorrar¡Qué buen micro, Alfredo! Me ha gustado mucho. Hay mucha poesía en esta historia y la reinterpretación que haces del cuento de Borges es estupenda.
ResponderBorrarHola Alfredo , un micro un poco no se como describirlo , es como si el personaje , se despojara de su antigua coraza , para volver a ser aire o una brisa de aire fresco , tengo que pedirte perdón por que no ley nada de Borges m te deseo un feliz fin de semana , y feliz año nuevo , saludos de flor.
ResponderBorrarDiria yo que Borges es un maestro de Maestros, la narracion en primera persona que ha utilizado lo compromete a uno en la aventura.
ResponderBorrarYo diria que me gustaria de nuevo meterme en esas aguas, dicen habia una fuente en Alejandria ya hace varios siglos que no se habla de ella, la otra debe estar en Montevideo...
No conozco el cuento de Borges, pero tu micro me ha gustado mucho.
ResponderBorrarUn saludo.
Muy bueno, excelente relato y muy acorde para el reto de David. ¡Enhorabuena!
ResponderBorrarHace varias décadas que leí El Aleph del irrepetible Borges, y tu buen micro me arrastra a volver a leer el relato de "El Inmortal". Muy buen trabajo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Excelente micro! Inspirado por el maestro Borges y sus cuentos, creas una nueva historia llena de símbolos y de magia poética que me ha encantado! Saludos.
ResponderBorrarHola, Alfredo, creo que has sabido plasmas el estilo de Borges en tu fantástico micro, con una moraleja o epifanía moral implícita en todo lo que recubre la inmortalidad. Como siempre con gran talento y buen hacer me has enganchado desde el inicio.
ResponderBorrarUn abrazo!
Espléndido micro, Alfredo!! Digno de Borges, y eso es decir.
ResponderBorrarMis más cálidas felicitaciones.
Un abrazo
Curioso micro, Alfredo. No he leído el de Borges al que hace referencia pero me lo apunto. El tuyo desde luego está muy bien escrito. Saludos.
ResponderBorrarMe sonó de muy lejano el "problema" de la inmortalidad. Sin duda lo leí hace tiempo si estaba incluido en el aleph. Desde luego que has plasmado el "aire" wue respiran los cuentos de Borges. Todos los grandes tienen su :aire" y a mi entender es lo que más mérito tiene. Eso que hace que aunque no conozcas un texto,solo con leer un párrafo intermedio identificas al autor.
ResponderBorrarLos inmortales no son humanos, como indica David más arriba, pero se parecen a nosotros en que tampoco están contentos con lo que tienen.
Muy buen texto.
Saludoss
Excelente Alfredo, buen micro, a ver que logro sacar a mi mente. Un abrazo.
ResponderBorrarHola Alfredo. Todos desearíamos la inmortalidad, y sin embargo, que duro y terrible tiene que ser vivir eternamente, cargar con toda una vida sabiendo que al final no habrá redención. Desde ese punto de vista la inmortalidad se convierte en un castigo, y el protagonista busca con desesperación librarse de ella. Obtuvo una vitalidad renovada, pero su condena persiste. Lo has sabido plasmar muy bien en tu micro. Un abrazo.
ResponderBorrarExcepcional tu relato, Alfredo. Lamento decir que no he leído a Borges(tantos autores pendientes) y este inmortal tuyo se me antoja una preciosa metáfora de esa forma nuestra de andar "dormidos" por el mundo en busca de algo que nos despierte. "la suciedad física y espiritual que cargaba se desvanecía, pues mi piel y mi mente recuperaba juventud...."
ResponderBorrarMe ha encantado
Hola, Alfredo. Es poco lo que he leído de Borges pero me has picado la curiosidad con este inmortal. Ahora tengo que leer el original para disfrutar las diferencias.
ResponderBorrarMuy buen trabajo. La inmortalidad como castigo de una vida sin redención.
Un abrazo enorme.
Hola, Alfredo. Aun prescindiendo de la fuente de inspiración, el relato es fantástico. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderBorrarMe gusta mucho este nuevo final que le has dado al personaje. El río de la juventud es una renovación constante en esa atormentada inmortalidad que nos ofrece Borjes. De ese modo la inmortalidad no es ya una pesadilla, sino una felicidad, una renovación infinita, donde todo comienza de nuevo, no envejece. Aunque ese poder ya lo tenía dentro... y puede ser el fruto de su gran experiencia. Eso promete nuevos frutos... Lo has narrado de maravilla, con resonancias perfectas de Borjes: la concisión, la poesía… Pero añades ese final que le da otra dimensión a la historia. Quizá ya no le interese tanto morir…
ResponderBorrar¡Enhorabuena!
Un abrazo
Desconozco ese cuento de Borges. pero el relato me ha hecho vibrar de la manera en la que está narrado.
ResponderBorrarUn abrazo.
Me gusta el enfoque del cuento, no recuerdo si he leído el original, lo buscare, en cualquier caso muy buena historia.
ResponderBorrarUn saludo.
Hola, Alfredo, me ha encantado tu historia envuelta en magia legendaria. Qué buen manejo de la narrativa, parece una cámara cinematográfica que nos va iluminando con cada palabra allí donde tenemos que fijar nuestra mirada. Ya me he buscado el original para leerlo.
ResponderBorrarUn abrazo!
Hola Alfredo, muy original aporte al reto. De Borges he leido mucho menos de lo que desearía, de hecho el cuento El Inmortal no lo conocía, lo estaré leyendo para entender más el tuyo, que de primera leída me ha gustado mucho. La frase "obtener lo irrecuperable, la mortalidad" es genial. ¡Éxitos y bendiciones!
ResponderBorrarBorges nunca se agota. Como curiosidad, no escribió ninguna novela, ya ves.
ResponderBorrarUn gusto leerte. Un abrazo
Hola Alfredo, no conozco este cuento de Borges, pero el tuyo me gustó mucho, hay frases muy buenas.
ResponderBorrarUn abrazo
Puri
¡Hola, Alfredo! Has logrado plasmar el estilo de Borges de una manera muy acertada. Me ha gustado mucho, ¡enhorabuena! Un abrazo.
ResponderBorrarHola, Alfredo. Qué magnífica forma de homenajear a Borges!
ResponderBorrarMe gustó mucho tu relato que nos muestra al inmortal buscando un descanso.
Un abrazo
Me encantó. Debo decir que soy una gran admiradora de Borges (tengo la colección de cuentos completos, ya sólo me falta la de poesía, ja, ja). Muy acertado de tu parte respetar el tópico circular tan recurrente en sus obras, y esta vez lo vemos, en como el protagonista, una y otra vez, debe volver a esas aguas a rejuvenecerse.
ResponderBorrarBuen relato. Un saludo.
No he leído el cuento de Borges, pero desde luego el relato es muy bueno y muy sugerente, independientemente de lo que te lo haya inspirado.
ResponderBorrarUn beso.
Hola, Alfredo. Tu historia es como una reencarnación en vivo tanto física como mentalmente de tu protagonista. Buen aporte de cuidada prosa. 🖐️
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