Lo que el viento se llevó
El viento impetuoso se empeña en modificar la
topografía ondulante de las arenas del desierto arábigo. No parece consentir las
formas angulares de las casas de campaña
de una caravana y emprende su fuerza contra ellas.
Alojado en la más opulenta, el viejo Al Rashid se
dispone a escuchar con mansa actitud la lectura de su joven esposa. El velo que
cubre su rostro deja a la vista las marcadas cejas y los ojos sugerentes. El
brillo que emite es enigmático; la promesa y la sumisión son ideas
aproximativas de ese destello. El viejo le indica que no es necesario que use
su shayla verde, ella lo retira de su rostro y levanta la mirada con poderosa
lentitud que lo subyuga, pero es el lunar de obsidiana que ella tiene clavado junto
a la boca el que le hace perder la voluntad. De modo que posa sus labios allí
con la misma devoción con que besa el Corán, con la preeminencia de acceder a
un paraíso más tangible e inmediato.
Tras minutos de escuchar la voz armoniosa de su esposa
con que va narrando la trama, Al Rashid duerme y continúa la historia en sueños.
Por tanto, no puede enterarse de los estragos que suscita el viento en la vasta
noche: la puerta de su Jaima revolotea, a poca distancia enreda dos figuras con
la muselina del atuendo de la doncella y le arrancó su shayla que vuela a su
arbitrio para dejar al descubierto un lunar de ubicación seductora.
Gran película, sin duda. Tu micro nos hace viajar por el desierto sin movernos de casa. Gran final. Me encanta el protagonismo del viento. Felicidades por tu microrrelato. Saludos.
ResponderBorrarMayte.
Un relato muy agradable de leer, me hiciste recordar Lawrence de Arabia. Muy bien ambientado y seductor. Excelente aporte y buena elección de película para el nombre de tu relato. Saludos.
ResponderBorrar¡Hola, Alfredo! Cuando hablaba de que el argumento fuera distinto al de la película sin duda pensaba en algo como lo que has escrito. El mítico título nos evoca las imágenes de aquellas plantaciones sureñas norteamericanas, con tu micro nos transporta a un lugar bien distinto en el que el viento juega un papel "juguetón" que sin duda los personajes van a agradecer. Me encantó. Un abrazo!
ResponderBorrarMagnífico, Alfredo. Me ha encantado. Evocador y precioso.
ResponderBorrarMe encantó tu forma de narrar. Por un momento me sentí trasportada al desierto arábico y pude ver aquella escena en una imagen mental perfecta.
ResponderBorrarLindo relato.
Un saludo.
Un bello micro seductor y donde el viento es cómplice. Saludos cordiales desde Venezuela.
ResponderBorrar¡Hola, Alfredo! definitivamente un viento muy oportuno, ja, ja.
ResponderBorrarLa historia es deliciosa y la manera en que la narras lo es más aún.
Un micro visual y sensual, donde la imaginación y el viento se erigen seductoramente para el deleite del lector.
Un gusto leerte. Buen fin de semana.
Hola de nuevo, estimado Alfredo.
ResponderBorrarSin duda eres un esteta. El culto a la belleza lo elevas a categoría de arte y a las palabras las tratas como gemas preciosas. No es un comentario gratuito o vacío el que te hago, pues tu estilo elaborado y preciosista, en ocasiones corre o correría el riesgo de que si se escribe para formato largo (imagina una novela), podría resultar s demasiado denso. Sin embargo, para un relato corto o micro, como es el caso, es perfecto. Poético, medido, cada frase una joya. Solo me araña la palabra “aproximativas”, casaría más en un informe técnico, pues me saca del clima de ensueño en el que te leo. Seguro que encontrarás algún sinónimo más acorde.
También me gustó que no te ciñeras al tema de la película, y que el viento o siroco como se le llama en el Sahara cuando sopla aire y arena, haya sido el escenario de tu historia.
Te felicito, especialmente por ese lunar de geografía malvada.
Hola, Alfredo. Un relato precioso. Hay vientos que son una oportunidad deliciosa, como la trama con la que ilustras este micro.
ResponderBorrarUn saludo.
La magia y sensualidad arabe quedo perfectamente plasmado en aquello que aqui nos relatas, cada palabra evoca esa sutileza y misterio de la mujer de aquellas tierras
ResponderBorrarHola, Alfredo. Huyes del drama protagonizado por Scarlett O'Hara para meternos de lleno en la sensualidad del desierto, done el viento es un protagonista más.
ResponderBorrarReto superado. Enhorabuena.
Genial relato!! Con una narrativa excelsa; con la descripción de los finos detalles de la cultura árabe que bien debes conocer. Un final de ensueño, que supera la adoración de Al Rashid a su esposa. Un cordial saludo.
ResponderBorrarHola, Alfredo. Me encantó tu relato lleno de sensualidad y con el trasfondo de una cultura repleta de magia. Un abrazo
ResponderBorrarHola, Alfredo. El cambio de escenario de tan conocida película le viene muy bien por la forma en que lo has narrado usando tanto al viento como al doble sentido del título. Saludos 🖐🏼
ResponderBorrarGran relato, Alfredo, escrito con ese estilo tuyo que estremece y aturde a cada frase. Tres párrafos que son una delicatesen, sobre todo el segundo. Me quito el sombrero.
ResponderBorrarUn abrazo!
Hola, Alfredo. Creo que todos estábamos dentro de esa Jaima y hemos podido sentir el viento gracias a tu magnifico relato. Un saludo.
ResponderBorrarEsa tierra yerma y árida que nos transporta por parajes desiertos. Me gustó. Saludos
ResponderBorrarUn relato magnífico con ese protagonista principal: el viento haciendo honor al título de la película como de película es todo el relato porque nos lo haces ver, sentir, oír y palpar.
ResponderBorrarSaludos, Alfredo.
Bellos relato, Alfredo. El desierto y el paraíso tan alejados uno del otro y a la vez unidos por el viento que trae la oscuridad de la noche.
ResponderBorrarBelleza y senectud, retratados con la calidez de la seducción de tus letras. Me ha gustado el micro.
Un abrazo.
Magnífico micro, preñado de seducción. Felicidades.
ResponderBorrarUn abrazo.
Un micro lleno de sugerente sensualidad con una cuidada narrativa.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola, Alfredo. Has dibujado una escena de amor muy de película, muy visual, con el viento dejando al descubierto el lunar. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderBorrarHola Alfredo, un delicioso relato para hacer vibrar los sentidos, arropado por una bella narrativa, genial la introducción del elemento que da título a la película, mi enhorabuena, lo he disfrutado, saludos.
ResponderBorrarHola, Alfredo.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho el micro, que he podido leer, por fin. Un relato evocador, directo y misterioso. ¡Felicidades! Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.