Sacerdote
Fue en el año 13
conejo cuando Viento Helado salvó el imperio. Él era el sacerdote que mejor
interpretaba los designios de las entidades. Tuvo una visión mental en donde el
imperio sucumbía por el embate traicionero de los hombres barbudos que llegaron
por mar.
De modo que contradijo la voluntad del
tlatoani y conspiró para dar muerte al capitán. Sucedió en la cima del Templo
Mayor, en la roca de los sacrificios de bajorrelieves saturados de sangre seca.
Los dioses se sintieron complacidos, los súbditos también y mostraron su aprobación
con alaridos frenéticos. Fue el mismo Viento Helado quien realizó la infame
labor de clavar el puñal de pedernal con un movimiento certero.
En una maniobra dramática arrancó el
corazón del pecho del capitán y lo levantó para ofrecerlo a las deidades y como
prueba palmaria de que no era un dios. Todos callaron. El mismo sol palideció y
dejó ver con mayor claridad la estrella errante y su cauda. Los últimos rayos luminosos
nimbaron la cabeza de Viento Helado que sostenía el corazón aun palpitante: en
un momento sístole y se contrajo la amenaza al pueblo mexica, después diástole
y se expandió el imperio por siglos.
Sucedió que Viento Helado cambió el destino
que vislumbró y evitó a su pueblo dolor y vejación, con todo, no pudo evitar que
Moctezuma le quitara la vida, pero en compensación los dioses eternizaron la
casta de sacerdotes quienes en noches heladas respiran con nostalgia las
pulsiones vitales del antiguo maestro.
Punto Jonbar El
encuentro de Moctezuma y Hernán Cortez.
¿Y si alguien hubiera
contrariado la voluntad de Moctezuma que creía que Hernán Cortez era el regreso
de Quetzalcóatl? Moctezuma era supersticioso en extremo y creyó que el cometa
que cruzó por el cielo de Tenochtitlan poco antes de la llegada de Hernán era
un augurio.
Excelente! Yo estuve tentada a escribir sobre este tema. No lo hice. A tí te quedó algo muy bueno. Saludos!
ResponderBorrarHola, Alfredo. Me ha encantado el estilo que le has dado pues encaja con el tema que has elegido. La sístole y la diástole muy visuales. En cuanto al efecto que esta acción habría tenido en la historia, estoy convencido que Viento Helado evitó la vejación.
ResponderBorrarBuen micro. Un abrazo.
Hola, Alfredo. No te has andado con contemplaciones y de lleno en el pecho le has dado al conquistador. igual ahora nuestras relaciones socioculturales serian mejores.
ResponderBorrarSaludos 🖐🏼
Hola Alfredo
ResponderBorrarMe gusta el punto Jonbar que has escogido, sin duda cambiaría la historia del continente sudamericano y de España, aun cuando el ejemplo debería cundir entre el resto de imperios conquistados. Me gusta que al final el sacerdote pierda la vida a manos de Moctezuma, imprime al protagonista un aura de sacrificio y de leyenda. Un saludo.
Hola, Alfredo. Muy buen tema. Un micro muy visual y muy evocador.
ResponderBorrarHola, Alfredo. Muy original y excelente relato. Un saludo.
ResponderBorrar¿Qué tal estás, Alfredo? No me ha quedado otra, dada mi ignorancia, que documentarme un poquitito (pues es muy amplia la información histórica), sobre los méxicas o aztecas (y encantada de hacerlo), para la mayor comprensión de tu estupendo micro y el punto J que le has dado con Viento Helado cambiando el destino de su pueblo.
ResponderBorrarComo confío en tu riguroso criterio, me gustaría que me recomendaras alguna página fiable para saber más, ya sabes que pulula mucha desinformación por la red.
Gracias por compartir este relato de situación invertida, con una prosa cuidada, impecable e implacable en esta ocasión.
Un fuerte abrazo, Alfredo.
¡Hola, Alfredo! Precisamente no hace mucho que vi un documental en el que hablaban de se confundió la llegada de Hernán Cortés con la llegada de los dioses y que como tales fueron recibidos. ¿Quién sabe qué habría pasado después? Me da que, una vez descubierta América por los europeos de aquel entonces no pasaría mucho tiempo antes de que llegaran otros. Estupenda ucronía y una invitación para profundizar en este encuentro histórico. Un abrazo!!
ResponderBorrarMe ha encantado el relato que has elaborado a partir de un punto J magnífico, plástico, evocador. Me ha resultado muy didáctico leerte. Muchas gracias
ResponderBorrarLos conquistadores son todos iguales en sus actuaciones desmedidas. No hay conquista sin sangre y muerte con tal de afianzar un poder o añadir unas tierras o unas minas de oro o plata. El afán desmedido de ser más y tener más.
ResponderBorrarEstos pequeños giros del destino no vendrían mal de vez en cuando; aún a pesar, y con razón, como dice David : sino hubieran sido los unos, hubieran sido los otros.
Un abrazo.
¿Qué habría pasado? Una ucronía fantástica y muy bien llevada. Visual y despiadada esa imagen del corazón palpitante y con un lenguaje que abruma. Te felicito.
ResponderBorrarUn abrazo!
Hola Alfredo. Muy bien narrado esta realidad alternativa de la conquista de América (o, mejor dicho, del fracaso de la conquista de América). Se nota que manejas buen los datos, con ese augurio en forma de cometa. Quién sabe cuál sería el presente actual.
ResponderBorrarUn saludo.
Los aztecas se dieron cuenta de que los barbudos blancos no eran dioses pero demasiado tarde en la historia real, en tu ucronía reaccionan a tiempo. Es bueno que siempre haya alguien que no se deje llevar por la primera impresión.
ResponderBorrarUn saludo.
Hola Alfredo, me encanto esta vuelta de la historia, bien por este sacerdote. Cómo hubiera cambiado todo. Fracturar esa Era de los descubrimientos. Aunque lo mismo no hubieran llegado los españoles, y lo hicieran, portugueses, ingleses, franceses. Que por barba, hasta vikingos. Un saludo.
ResponderBorrarHola, Alfredo. Soy Beri Contundente y muy bien llevado tu micro. Épica historia donde el protagonista osa enfentrarse a los mismísimos dioses...barbudos. Un abrazo.
ResponderBorrarGracias Alfredo por los enlaces, ya estoy empezando a leerlos.
ResponderBorrarLeído todos los enlaces históricos. Son interesantísimos. Te agradezco un montón la información, Alfredo.
BorrarEsto es casi lo más interesante de los blogs, el intercambio de las diversas culturas.
Hola, Alfredo. Fantástico punto jonbar y muy curiosa ucronía. Me ha gustado. Felicidades.
ResponderBorrarUn abrazo desde la Buhardilla de Tristán.
Hola Alfredo. Que interesante que teniendo la oportunidad de matar a sus dioses lo hubieran conseguido. Sin duda el futuro del pueblo azteca hubiera sido otro a pesar de los siguientes europeos que llegaran. Me ha gustado tu ucronía y el punto Jonbar que has seleccionado. Muy buen relato.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola, Alfredo, por aquí regreso para disfrutar de tu interesante narrativa.
ResponderBorrarElegiste sin duda un tema consustancial con el imperio y la cultura azteca, que de un plumazo y gracias a tu clásica ucronía, creas todo un escenario épico donde el personaje de Viento Helado, gran intérprete de los designios celestiales, ejecuta la infame labor de acabar con la vida del imperialista español, en su afán de conquista.
Todo un acontecimiento revolucionario que cambia el rumbo histórico del pueblo tlaxcalteca, liberado de la vejación, aunque el valiente sacerdote perdiera su vida en ello, ya que Moctezuma estaba convencido de que debía impedir la enemistad con los españoles para salvar su pueblo, aunque se equivocó totalmente, pero eso forma parte de otro capítulo...
Sigo pensando que aquella fiebre conquistadora ya fuera española o de otros imperios europeos, hubiera acabado igualmente con los sueños de esta gran civilización gobernada por emperadores supersticiosos.
Un abrazo.
Una cuchillada al discurrir de la historia, me pregunto que habría dado como resultado, de haberse frustrado la invasión y conquista de los españoles, y de haberse fraguado una autentica alianza delos pueblos meso americanos, para enfrentar la amenaza del este. Gran micro Alfredo¡¡¡
ResponderBorrar¿Y si alguien hubiera contrariado la voluntad de Moctezuma que creía que Hernán Cortez era el regreso de Quetzalcóatl? https://ideandando.es/quienes-eran-los-nazcas/
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